"Los sueños son las únicas mentiras que pueden convertirse en realidad"
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7.29.2010
quizá ese ya lo sepas de memoria...
Bueno, cuidate que esta lloviendo :]
7.28.2010
Los Amantes Clandestinos De Noches Sin Fin...
No entiendo como es que sigo soñando con ésto...
~No sé si esto pasé... Me encantaría que no, algo que no deseo con ansias.
~The Scientist - Coldplay♥
para decirte cuanto lo siento en el alma.
No sabes qué tan encantadora… fuiste.
Necesitaba hallarte de alguna forma,
para confesarte cuanta falta me haces aquí.
Decirte que en la confusión… te abandoné.
Dime todo de lo que puedas acordarte,
y trataré de resolver las dudas que tengas,
oh, hagamos un recuento de lo sucedido.
Atormentado buscando una fórmula,
yendo hasta los meros límites de donde
la ciencia empieza a separarse de lo físico.
Nadie dijo que pasar por esto fuera fácil,
en verdad sería una lástima separarnos así.
Nadie dijo que fuera sencillo de superar,
pero nadie dijo jamás que esto doliera tanto.
Oh, ven a recogerme para empezar de nuevo.
Solamente me estaba preguntado cómo
diantres irán los números y las figuras,
para armar las piezas del rompecabezas.
Nadie está tan dispuesto a descubrir
los enigmas de la ciencia y el progreso,
como lo pide a gritos… mi corazón.
Pero necesito saber que me amas todavía,
ven acá de regreso y aparécete junto a mí,
como eras justo antes de perder el control.
Desesperado buscando una solución,
buscando el otro lado de la moneda,
que haga como si nada nos hubiera pasado.
Nadie ha dicho que fuera fácil lo que intento,
sino qué desperdicio de vida sería separarnos.
Al contrario, la tarea es muy difícil de lograr,
pero nadie dijo jamás que fuera imposible:
Voy a hacer que regrese el tiempo...
Oh uuuh u-u-u-ú...
Ay uuuh u-u-u-ú...
Oh uuuh u-u-u-ú...
Oh uuuh u-u-u-ú...
No debería pensar...
De lo contrario ganaré & no te tenderé la mano para evitarlo pues no tengo en mi lucha todas esas palabras que esperas. Lo siento, pero sabes perfectamente que creaste una imagen perfecta de mi, la cual HOY me encargo de
& piensa, que fue lo único que aprendiste de
Te recordaré por regresarme las esperanzas & lo más importante:
Rayuela.
"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua."
Lo leí aquí
7.24.2010
Lluvia.
Si hay algo que amo aparte del frío y de la propia Luna es la lluvia, ese líquido vital llamado agua que es dispersado en cantidades masivas por doquier. No sé cómo ni cuando ni donde apareció este fanatismo, desde que tengo memoria me encanta la lluvia.
A diferencia del clásico estereotipo que asocia la "felicidad" con un "día soleado" a mi me hace estúpidamente feliz un día cubierto con nubes grises y si es acompañado de lluvia ¡pues qué mejor! El sol nunca me gustó, se me hace horrible, me quema y me jode la piel. Quizá debe ser porque estoy demasiado acostumbrado a levantarme muy temprano para ir a la escuela (normalmente entre las 6:00 y 6:30 de la mañana) y cuando voy camino allá, la luz solar todavía no sale lo suficiente (en "horario de verano" ni siquiera sale un poquito, pareciera que voy en la noche pues todavía se alcanzan a notar las estrellas) y como mi primer receso es hasta las 9:10 de la mañana (entro a la escuela a las 7) mi primer contacto con el sol es cuando ya está más o menos "potente" lo que ocasiona, aparte de que sienta que mis ojos se achicharran, un gran malestar en la piel y en mi humor en general.
Adoro los días nublados y adoro las lluvias en general, aunque también se me hace hermoso que llueva con el sol de fondo y minutos después admirar un arco iris, prefiero las lluvias como son normalmente, con un paisaje gris de fondo. Soy muy fan, más que algunas personas, no sé a que se deba, tal vez por el simple hecho de admirar el paisaje nublado, por sentir las gotas de lluvia caer en mi rostro, por respirar el oxígeno puro que dejan las lluvias (porque al llover, el aire muy contaminado de la Ciudad de México se "limpia" hasta que los próximos coches le vuelvan a dar su dosis de humo) o quizá sea porque la fragancia del aire me recuerda mucho a "ella" (me prometí nunca más volver a hablar sobre "ella" pero veo que soy muy necio) una fragancia dulce como el néctar de la más bella flor.
Her fragance still pulsating through damp air"
Segundo Relato.
Jueves 16 de diciembre de 2009 -21:48hrs. Día 337.
Escalaba la cima más alta de mis sueños, el viento golpeaba mi rostro y alborotaba mi cabello, la brisa invernal se convertía en sangre, mis lágrimas de sangre.
En esos momentos no sentía nada, ni el frio que congelaba mi nariz y mis manos, nada. De mis cinco sentidos solo tenía en función dos, el oído y la vista, ya que el dolor me dejaba en un estado de sobrevivencia.
Escuchaba la brisa y el latido de mi corazón, veía el camino que me esperaba y las nubes que se alejaban y dejaban en soledad a la noche eterna. Mientras observaba, estuve a punto de tropezar, aunque si no fuera humana y no tuviera reflejos hubiera caído y obligar al destino y al futuro que tomaran sus cosas y se marcharan, pero no ocurrió y mis reflejos, cuidaron de mi vida.
Quería morir, o acabar con estos pensamientos que abarcaban sus ojos fogosos, con ese pequeño toque del crepúsculo de aquel día, o ahogar el sabor de sus labios, que eran como pétalos perfumados.
Escuche unas pisadas a lo lejos, aparte de las mías y pensé que sería él, así que corrí hacia donde mis oídos me llevaban y mis ojos querían verlo. No había nada tan solo el gran eso de mis pisadas y los sollozos, con los que anhelaba me ahogaran.
¡Sé que estas ahí!
¡Sé que me escuchas!
¿Puedes sentirme?
¿Acaso existes?
Grite a la nada esperando la respuesta de mis súplicas, las cuales jamás llegaron y lo único con lo que me encontré fue más silencio, mas burla.
Volví a correr, correr hacia sus brazos abiertos aunque sabía que jamás me encontraría con ellos.
¡Sé que puedes escucharme!
¡Sé que existes!
¡Sé que has venido a salvarme!
¡Sé que estas aquí por mí!
El último grito fue desgarrador, el último grito me puso de rodillas en la nieve, el último grito me hizo recuperar todos mis sentidos. Aunque mi vista estaba bloqueada por lagrimas, al levantar mi rostro para aventar una súplica mas, pude observar la noche que me acompañaba y la luna como me observaba. Era todo tan hermoso, tan encantador. Había olvidado mi entorno desde que él me abandono.
Escuche a las estrellas que me decían que no me preocupara, que lo habían visto, escuche el canto del dolor y lo acompañaba el latido de mi corazón desesperado.
Sentí la nieve y la textura me recordaban a su gélida piel. Suspire, y con el traje un aroma el cual me recordaba a las rosas en otoño. Y en la punta de mi lengua pude saborear el éxtasis de su cuerpo que alguna vez bebí.
Dije su nombre en voz baja. Entre en desesperación en aquella sima. Quede en un profundo sueño, ya que la quemazón en mi pecho me abrigaba, aunque me dolía hasta la última vena de mi corazón.
Al abrir mis ojos me encontré con una gran sorpresa y a la vez, sentí alivio. Me hallaba en mi recamara taciturna, hiperventilando y en la oscuridad. Lloraba, mi respiración era agitada, tenia escalofríos y la garganta me ardía.
“Fue una pesadilla, una pesadilla mas”. Dije para mis adentros y sí, tenía razón, había sido una pesadilla más, donde él la protagonizaba o al menos, eso creía…