Néctar.

Me levanté de aquella canción de cuna
Aguantando un cuento más
Me tientas otra vez
Con tu abrazo, tan viciado
En la noche tú llamas
Maldiciendome con cada mirada

Tráeme a través
Lleva mi sombra vana
Y guíame dentro de tu retorcido laberinto
Hacia el pozo del pecado...

Te juro que siempre te amaré

Déjame sin palabras
Libera mi anhelo
El suelo que camino está revestido con luz
Lunas a la deriva me empujan con sus rayos
Y caigo en el interior

Lamento esta herencia
No puedo decir adiós
La cara pálida... fuiste tan lejos como pudiste
Y desde ese momento
Fui testigo de tu belleza...

Sentí tu muerte

Lo mío es tuyo, lo mío es tuyo...

A raíz de la aurora
La niebla de la mañana persiste antes de partir
Ojos invisibles, reflejo rojo
Eres tú
Sonriendo en medio del páramo.